Reducir estrés en una mudanza: optimismo.
Como ya hemos comentado anteriormente, un cambio en el lugar de residencia es uno de los acontecimientos vitales que más estrés suponen. Pero si eres capaz de darle la vuelta al proceso de mudarse con optimismo, descubrirás que una mudanza puede servir para mucho.
Prepararse mentalmente es el primer paso y el más importante. Aceptar lo que nos viene e intentar girar los acontecimientos. Veamos:
Contar con el tiempo suficiente
Más vale pronto que tarde. Trata con cariño cada uno de los pasos y dedícales el tiempo necesario. Preparar una mudanza no es tarea fácil, por eso si lo haces con gusto será mucho mejor.
Hay que evitar a toda costa mudarse deprisa y en el menor tiempo posible. Ya de por si, una mudanza genera estrés, si ademas la convertimos en una carrera, sería insoportable.
Organización
Es la principal acción que debemos llevar a cabo. Es imposible comerse todo un pastel de un bocado, pero si lo partimos a trozos, poco a poco acabaremos con el.
Pues una mudanza es como un gran pastel. Dividamoslo en las partes que creamos conveniente para poder gestionarlo bien y con la calma necesaria. Para ello debemos hacer una lista con las tareas y prever los tiempos necesarios de realización.
Además, disfrútalo, que una mudanza no ocurre cada semana.
Deshazte de lo innecesario
Seguro que hay un montón de cosa que guardas en casa y que no merezca la pena que cargues a la espalda. Deshazte de ellas. Dónalas, véndelas, regalalas, o guárdalas en un trastero, pero no te las lleves a tu nuevo hogar. Que tu nuevo hogar sea lo más nuevo posible.
Mira la mudanza como una transición positiva. Un paso hacia algo mejor.
Pide ayuda
Cuando compartes algo siempre es más llevadero. Llama a algún amigo, o familiar para que te echen una mano.
Si no, siempre puedes contar con Moving BCN, a nosotros nos encantan las mudanzas. Sea por el motivo que sea, una mudanza siempre trae algo bueno consigo.
Despídete
Date el tiempo necesario para despedirte de las personas que te importan. Es positivo concederte el tiempo necesario para decir adiós.
Y en caso de que te mudes al barrio de al lado, date el tiempo necesario para decir “bienvenidos a mi nuevo hogar“. No hace falta que te despidas pero si que organices una fiesta o cena de bienvenida.
Cuídate bien
Intenta mantener la calma para poder respetar las horas de comer y de dormir.
No es necesario que, a todo el ajetreo, le sumemos pocas horas de sueño, desajustes en las comidas, comida de mala calidad, etc.
Y en caso de que os mudéis toda la familia, es importante cuidar las relaciones, especialmente cuando hay niños pequeños que necesitan su espacio contigo.
Es decir, respeta los momentos de ocio y descanso.
Asume los imprevistos
Intenta tenerlo todo bajo control, pero es necesario asumir que algo puede no salir como esperábamos y que por ello la mudanza no será un desastre. Has de ser capaz de maniobrar sin sufrir un ataque de ansiedad y mantener la calma. Se toman decisiones mucho mas eficaces.
Lo mismo ocurre con el desorden.
Al llegar al nuevo hogar, todo está en cajas, y desmontado. Aplica la misma regla del pastel. Divide las porciones del trabajo por prioridades y ponte a trabajar con metas sencillas y concretas.
Es imposible poner toda la casa en orden el mismo día de la mudanza. Así que, permítete que haya cierto desorden durante un pequeño tiempo.
De esta manera puedes reducir el estrés en la mudanza.
Por supuesto, puedes contar con nosotros ya que en Moving BCN nos encantan las mudanzas. Tan solo tienes que decirnos que quieres y nosotros lo haremos por ti, desde llevar un sofá, hasta empaquetar, limpiar, transportar y colocar en el nuevo hogar.